ACOSO ESCOLAR Y FAMILIAR
ACOSO ESCOLAR
El
acoso escolar (también conocido como
hostigamiento escolar,
matonaje escolar,
matoneo escolar,
maltrato escolar o en inglés
bullying) es cualquier forma de
maltrato psicológico, verbal o físico producido entre
escolares
de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el
aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de
ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el
emocional
y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares.
Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas
en proceso de entrada en la
adolescencia, siendo ligeramnte mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas
Enfrentarse al acoso escolar. ¿Qué hacer?
Si hay un tema que suscita gran preocupación por sus implicaciones
personales, familiares, y sociales este es la violencia en la escuela.
El objetivo de este innovador programa, es desarrollar en los niños y
adolescentes un estilo de comportamiento preventivo dirigido a la
resolución pacífica de conflictos en el entorno escolar, y al
aprendizaje de técnicas psicológicas, sociales y físicas prácticas con
las que enfrentarse al bullying, o acoso escolar
Tipos de acoso escolar
Los profesores
Iñaki Piñuel y Zabala y Araceli Oñate han descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas:
3
- Bloqueo social (29,3%)
- Hostigamiento (20,9%)
- Manipulación (19,9%)
- Coacciones (17,4%)
- Exclusión social (16,0%)
- Intimidación (14,2%)
- Agresiones (12,8%)
- Amenazas (9,3%)
Bloqueo social
Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan
bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el
aislamiento social y su
marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.
Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o
comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues
son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la
red social de apoyos del niño.
Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima
para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente,
entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil,
indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena
socialmente en su entorno un fenómeno de
estigmatización secundaria conocido como
mecanismo de chivo expiatorio.
De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir
en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no
deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie
le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le
excluyen sistemáticamente de los juegos.
Hostigamiento
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones
de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de
respeto y desconsideración por la
dignidad
del afectado. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el
menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del
desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.
Manipulación social
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar
la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se
trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada
negativamente sobre la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto
hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No
importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo
de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima
acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera
involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe,
incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.
Coacción
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la
víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas
quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento
total de su voluntad.
El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a
los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre
todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre
todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con
frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de
vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar
por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.
Exclusión social
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la
participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas
conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al
ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su
expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío
social en su entorno.
Intimidación
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar,
amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción
intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el
niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza,
hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro
escolar.
ACOSO FAMILIAR
El origen del término
mobbing (
acoso moral) se halla en uno de los comportamientos animales que el zoólogo
Konrad Lorenz observó en sus investigaciones. Este tipo específico de comportamiento, que bautizó como
mobbing, se produce, también, en entornos humanos como la
familia o
clan familiar, así como en cualquier lugar dónde haya personas que comparten bienes e intereses

En la mayoría de casos, las víctimas de mobbing llegan a creer que
las difamaciones que otros familiares vierten sobre ellos son ciertas, y
terminan por abandonar su lugar en la familia con fuertes sentimientos
de culpabilidad y nula autoestima. Ese abandono, "forzado" por el
instigador y el clan de acosadores, toma una apariencia voluntaria, sin
embargo, nada hay más lejos de la realidad; La víctima ha sido envuelta
en una espiral de vejaciones, humillaciones y maltrato, que la llevan a
abandonar su legítimo lugar, como una medida
in extremis de auto-conservación. Obviamente, al hacer tal cosa, pierde toda estabilidad y su lugar es ocupado por otros.
El mobbing en la familia tóxica
El objetivo del
mobbing es estigmatizar a la víctima para hacerse con el poder o para preservarlo, (ya que en la mayoría de casos, quien instiga el
mobbing maneja las riendas del poder familiar). Habitualmente, la víctima es percibida, por el
instigador,
como una amenaza a su posición de poder dentro de la familia. Dicha
amenaza suele ser ilusoria y es causada por sentimientos de envidia,
celos y, sobre todo, por el instinto animal de
territorialidad (dicho instinto exacerba el egoísmo y el control sobre los bienes compartidos). Por otro lado, el mecanismo del
chivo expiatorio
suele producirse cuando el clan familiar sufre algún tipo de crisis
interna y su o sus líderes recurren al sacrificio de alguno de sus
miembros, como medida para reforzar los lazos grupales que se están
disolviendo o que están en peligro. Obviamente, cualquier familia que
base su unidad en el
sacrificio humano es una
familia tóxica
o patológica, basada en un modelo que traerá al mundo nuevos psicópatas
socialmente integrados. En todo caso, las familias dónde se promueven
procesos de mobbing, deberían ser psicológicamente intervenidas o
ayudadas, por orden judicial (si fuera preciso).
La víctima en la familia patológica
La víctima, -en un elevado número de casos-, es un individuo con
facultades personales que le hacen sobresalir de algún modo. Puede
tratarse de personas brillantes, muy eficientes, creativas, amigables,
de gran corazón, físicamente bien dotadas, populares, etc., que
despiertan sentimientos de
envidia
en otros familiares. Otras veces, el acoso se produce sobre individuos
que debido a su raza, sexo,momento de nacimiento o alguna otra
característica circunstancial (tradición, costumbre, herencia, mandato o
lugar en la sucesión) son designados para ser los máximos receptores de
los bienes, responsabilidades o títulos familiares. Su posición
privilegiada o circunstancia, aparentemente favorable, los convierte en
el blanco de los
celos
y animadversión de otros integrantes de la misma familia que desean
usurpar tales prerrogativas. Históricamente se dieron numerosos casos de
infantes e hijos primogénitos, futuros reyes, nobles o herederos, que
debido a su elevada posición, -acompañada de la ausencia de malicia
personal-, sufrieron el acoso de familiares poderosos, y no tuvieron más
remedio que huir lejos del hogar para sobrevivir. Tal es el caso de
Robin Hood o del
Conde de Montecristo
(casos novelados que se inspiraron en la realidad). La popularidad de
estos personajes se debe a la heroicidad que conlleva el haber superado
la adversidad y vencido, -tras árduas batallas-, a los usurpadores que
instigaron el
mobbing que les arrastró a la pérdida de bienes,
títulos y familia. A pesar de estos heroicos casos, está
estadísticamente demostrado que la gran mayoría de las víctimas de
mobbing,
carecen del espíritu combativo de Robin de los bosques y terminan
psicológicamente hundidas, deprimidas y abandonadas. Por esa razón, hay
que alertar y concienciar a la sociedad sobre la peligrosidad de este
fenómeno que suele pasar desapercibido debido a que las víctimas,
psicológica, anímica, social y económicamente dañadas, no son
conscientes o no aciertan a denunciar los hechos (a veces por miedo al
acoso, por la desorientación que produce "la caída" o, sencillamente,
por que no hay evidencias o pruebas físicas del delito).
Mobbing, un delito penal grave

Se puede entender el fenómeno del mobbing como un proceso impregnado
de violencia psicológica, destinado a mantener o conseguir el poder y el
control sobre unos determinados
bienes.
Por ello, el mobbing, se da, casi siempre, en los entornos humanos
donde se hayan dichos bienes: El hogar familiar, las empresas, los
lugares de residencia, las instituciones, las naciones, etc. El motor
más profundo de este mecanismo o proceso de acoso es el
instinto de territorialidad animal, que el hombre conserva en su
sistema límbico, y que, en definitiva, es el causante de la inmensa mayoría de
conflictos y agresión humana. El mobbing es mucho más complejo y sutil que un simple
robo
acompañado de una acción homicida, sin embargo, el resultado es el
mismo: La víctima es despojada de sus bienes, desplazada de su lugar en
el "abrevadero familiar", de su lugar de trabajo, de su residencia, de
su tierra, etc. gracias a las lesiones psico-afectivas producidas por
las
técnicas de acoso descritas a más abajo. El resultado, para
la víctima, es que le han robado aquello que le daba de comer, con el
agravante de que, para ello, los agresores le han arruinado la psique y,
en la mayoría de casos, la vida entera. Otra característica que
distingue al mobbing de otras acciones delictivas, es que los que
agreden a la víctima, suelen actuar tácita y coordinadamente y son sus
propios compañeros de trabajo, compañeros de clase, sus jefes, sus
progenitores, sus hermanos, sus tíos, sus arrendadores, sus vecinos,
etc. Tal cosa confunde aún más a la víctima ya que es lesionada por los
que consideraba "amigos, compañeros o aliados" (en el caso familiar, la
víctima guarda profundos lazos afectivos con los que la maltratan).
Efectivamente, el
instigador y el
gang de acoso
pertenecen al mismo entorno social, familiar o laboral que la víctima,
y, para no ser descubiertos, deben ocultar perfecta y sutilmente su
delito. Para ello se sirven de la agresión psicológica sistemática y
persistente en el tiempo hasta que la víctima se derrumba y abandona su
lugar. Durante y después del proceso de mobbing, esta entra en un estado
depresivo que puede conducirle al suicidio y/o a sufrir ataques de
pánico de tipo paranoico, provocados por el miedo a seguir siendo
acosada. El manifiesto desequilibrio psicológico que padece es
aprovechado por los
mobbers para justificar su exclusión y
rechazarla de ese entorno grupal concreto. Finalmente, la exclusión es
presentada como un "un bien para el grupo" y, en muchos casos, los
instigadores son aplaudidos por su despiadada labor de "limpieza". El
mobbing familiar, a menor escala, guarda ciertos paralelismos con la
limpieza étnica; La mentalidad de un instigador actúa de forma similar a la de un
genocida
que, obviamente, para realizar esa labor de acoso y derribo de alguien
tan próximo,-aunque intente aparentar lo contrario-, ha tenido que
actuar con total frialdad y ausencia de escrúpulos.
Técnicas de acoso o maltrato psicológico

Amenazar, criticar, insultar, ridiculizar, acechar, perseguir a una persona, inducir en ella sentimientos negativos, como
miedo o terror, desánimo,
preocupación, crearle
inseguridad emocional,
interferir en sus dinámicas mentales, dificultar la realización de sus
actividades y tareas, sobrecargarle con exigencias y expectativas que no
puede cumplir, excluirle, ningunearle, apartarle, aislarle, encerrarle,
castigarle, humillarle, asustarle para que se vaya (de ese modo, la
víctima queda "atrapada" fuera del entorno familiar. Exilio familiar
inducido por la autoridad del clan).